El pasado
miércoles los pequeños monstruitos, junto al resto de alumnos de
infantil, nos dispusimos a pasar un estupendo día en la granja escuela
La Loma de Elche.
Muy
emocionados salimos en fila por parejas todos preparados con nuestras
mochilas repletas de ilusión y con nuestras gorras, estábamos
guapísimos.
Subimos al autobús y nos abrochamos nuestros cinturones. Nos esperaba un viajecito en el que hablamos, cantamos y reímos.
Una
vez llegamos a la granja, nada más bajamos del autobús, conocimos a
nuestros monitores, Sabrina y Javier, los que nos guiaron hasta la
entrada.
Pero antes de empezar teníamos que coger fuerzas, nos esperaba un día muy ajetreado, así que nos sentamos a almorzar.
Con
las pilas cargadas comenzamos a visitar las instalaciones de la granja y
conocimos a los animales que viven allí: cabras, burros, conejos,
gallinas, vacas, toros, caballos...
Incluso
tuvimos la oportunidad de entrar al corral de las cabras y las ovejas.
Aunque algunos tuvimos un poco de miedo, al principio, las pudimos tocar
y cepillar. Fue una experiencia inolvidable.
Seguidamente,
fuimos al almacén donde, Sabrina y Javier, nos repartieron una regadera
a cada uno y nos explicaron que íbamos a plantar unas semillas mágicas.
Luego pasamos a la fuente a llenar con cuidado nuestras regaderas:
Y con mucho cuidado de no derramar el agua nos dirigimos al huerto.
Pero antes conocimos a los perros guardianes y nuestro monitor, Javier, los refrescó con un poco de agua.
Una
vez en el huerto, nos sentamos en un pequeño porche y Sabrina nos
repartió a cada uno una semilla mágica y pedimos cada uno un deseo.
Cuando todos teníamos una semilla la plantamos en una zanja que hizo Javier.
Para
finalizar nuestra visita al huerto cada uno eligió una planta y la regó
con la regadera. Pues Sabrina y Javier nos contaron que las plantas
además de tierra y sol necesitan agua para crecer.
De vuelta al almacén vimos más animales de la granja:
Una
vez guardamos las regaderas, nos lavamos las manos y fuimos a hacer
pan. Allí descubrimos que los ingredientes para hacer pan son: harina,
agua, sal y levadura. Y Javier nos contó la historia de la tía Melitona,
una antigua monitora de la granja, que se ha hecho muy mayor y ahora se
dedica a hornear el pan que hacen los niños en la granja. Así que nos
enseñó una canción para llamarla.
Fue muy divertido, casi era como jugar a la plastilina.
Cuando
acabamos el proceso de amasar, los monitores colocaron nuestros
panecillos en bandejas y se los llevaron para que la tía Melitona
pudiese hornearlos, mientras tanto nosotros fuimos a comer.
Tras la comida, para descansar un poco, fuimos al salón de actos y vimos un teatro de marionetas:
Una vez finalizó el teatro nos dirigimos a una pequeña balsa de agua para dar un paseo en una zodiac.
Mientras esperábamos nuestros turnos Sabrina amenizaba la espera con canciones y bailes.
Para finalizar, nos pintamos la cara, nos aseamos y nos dirigimos nuevamente al autobús para regresar a casa.
En
nuestras caras se ve reflejado lo bien que nos lo pasamos y también lo
cansados que acabamos. Algunos no lo pudimos resisitir y nos echamos una
cabezadita.
¡¡Un saludo monstruoso!!
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